Manuel Fernández Juncos
Manuel Fernández Juncos fue un periodista, pedagogo y poeta puertorriqueño de origen español nacido en Tresmonte. Sus padres fueron Ramón Fernández González, natural de Tresmonte, y María Juncos Pando, de La Granda (Ribadesella).
Asiste a la escuela de Moro donde aprende a leer y escribir.En 1857 con 10 años embarca para Puerto Rico reclamado por su tío y empieza a trabajar en un comercio que este poseía en Ponce. En sus ratos libres lee mucho, estudia idiomas y algo sobre el área mercantil. Enferma de fiebre amarilla y es llevado a Andújar, pueblo de montaña. Allí entra en contacto con la naturaleza tropical, que le enganchara de por vida.
Muere su tío y se traslada a Vega Baja, donde trabaja en otro comercio, y en 1876 se asienta definitivamente en San Juan, la capital.
En 1886 viaja a España a visitar a su padre (su madre había muerto), a su madrastra, Clara Ruisánchez, vecina muy próxima, y a sus hermanos María , Guillermo, Ramón, Graciano y Elisa.
En 1898, Estados Unidos y España entraron en guerra, durante esta guerra, la armada de EEUU bloqueó San Juan durante meses, destruyento parte de las fortificaciones de esta ciudad. Cuando Estados Unidos derrotó a España, se anexó varias antiguas colonias españolas, entre ellas Puerto Rico. La ley Jones-Shafroth de 1917 declaró a los puertorriqueños ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, la isla siguió siendo un territorio no incorporado a Estados Unidos.
Como primer paso para implantar el idioma inglés, EEUU impone la educación en lengua inglesa. Ante la protesta general aseguran que si en un muy corto plazo no se presenta una propuesta educativa en español que se adecue a las normas y constitución americanas se implantará el inglés. Fernández Juncos presenta un plan en parte traducido del americano de una calidad que no pudo ser rechazado, salvando la lengua y cultura españolas en la isla.
Escribió para un periódico llamado El Progreso, fundado por José Julián Acosta. También escribió para Porvenir y El Clamor del País. Fundó un periódico llamado El Buscapié, en 1875, El semanario estimuló la lectura en su país, y fueron tantas las colaboraciones que se le ofrecían, que Fernández Juncos creyó llegado el momento de fundar una publicaciín ilustrada, de mayor empeño y ésta fue la Revista Puertorriqueña, juzgada por Menéndez Pelayo como una de las mejores publicaciones literarias americanas.
Al pasar Puerto Rico de la soberanía española a la norteamericana, Fernández Juncos se inscribió en el consulado español para conservar su nacionalidad.
Fundó también la Institución de Enseñanza Popular y la Biblioteca Municipal de San Juan. Como escritor, Juncos estudió y escribió sobre las raíces de los puertorriqueños. Algunas de sus obras más conocidas son Tipos y Caracteres, Libro Cuarto de Lectura, y Canciones Escolares (que coescribió con Virgilio Dávila y Braulio Dueño Colon).
Cuando Puerto Rico obtuvo la autonomía respecto de España, 1897, Juncos fue elegido primer Secretario de Estado.Su ambición entonces fue salvar el castellano de su suplantación por el inglés, y como en español no había textos escolares adaptados a las exigencias de las leyes norteamericanas, se esforzó en prepararlos, logrando en esta patriótica empresa, que nunca dejaría de la mano, el mismo éxito que en todas sus otras actividades literarias.
De esa constancia en la defensa del idioma habla este párrafo de una carta, que el 12 de julio de 1910 escribe a su «gran paisano», Fermín Canella: «En una colección que preparo de producciones cortas y excelentes de autores castellanos modernos, para lectura y estudio de lenguaje en las Altas Escuelas de Cuba y Puerto Rico, quisiera reproducir El gallo de Sócrates, de Clarín, y poner su retrato al frente de los apuntes biográficos y críticos que han de preceder a la obra de cada autor.-Le suplico a usted que obtenga de la Sra. Viuda o herederos del ilustre Alas el permiso para aquella reproducción y uno de los retratos más parecidos a él».
En 1907, el Ateneo Puertorriqueño había organizado una solemne coronación de Fernández Juncos como símbolo de fraternidad entre España y Puerto Rico, cuando en 1916, la Universidad de Puerto Rico le hizo Doctor honoris causa.
En 1912 vuelve a España, donde al igual que en 1886 se entrevista con personalidades de primera línea. La Universidad de Oviedo le rinde un homenaje el 12 de agosto. El rey le llama para entregarle la Cruz de Alfonso XIII y él consigue una escuela pública para Tresmonte y otras graduadas para Ribadesella que se construyen en La Atalaya, y que aún hoy lleva su nombre. Regresa a Puerto Rico y sus últimos años los dedica a obras de carácter social, cultural y humanitario. En 1917 tiene que dimitir como director de la Biblioteca Municipal de San Juan por no querer renunciar a su nacionalidad española. Estando visitando su Escuela Hogar le sorprendió una crisis cardiovascular de la que murió el 18 de agosto de 1928.
Además de su obra poética, se distinguió porque fundó un albergue para huérfanos el cual opera hasta la fecha, y la Cruz Roja en Puerto Rico.
En 1954, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico adoptó su poema “La tierra de Borinquen” como el himno oficial del País, titulado La borinqueña.
“No te apenes jamás de haber nacido
en una isla de extensión escasa;que no se juzga al hombre por su casa;
ni a las aves cantoras por su nido.”
En el vídeo os presentamos a Alexandra y María, de 3º de Primaria, que nos recitan a una pequeña semilla.
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