La pintura en el Antiguo Egipto
La sociedad egipcia se apoyó en el concepto de armonía conocida como ma'at, la cual surgió desde su creación y se sustenta en el universo. Todo el arte egipcio se asienta en un equilibrio perfecto y refleja el mundo ideal de los dioses. Con un estilo propio que se conservó a lo largo de toda su historia, las pinturas egipcias se distinguieron por su carácter simbólico, funerario y religioso.
Un rasgo típico de la pintura egipcia es que las figuras se dibujaban de perfil, quedando únicamente de frente el tronco y los ojos. Otra de sus características es la ausencia de perspectiva y el empleo de colores planos, es decir, sin degradar o difuminar.
Generalmente las pautas del arte pictórico egipcio fueron las siguientes:
• Los personajes eran representados con el rostro, brazos y piernas de perfil, mientras que el tronco y el ojo de frente.
• Las imágenes importantes siempre eran más grandes, mostrando actitudes solemnes e inexpresivas, por ejemplo, el faraón se dibujaba más alto que otros personajes y del mismo tamaño que los dioses.
• No existía la profundidad, además, el color de piel de los hombres constantemente era más oscura que el de las mujeres.
• Se representaban en casas, templos y tumbas, donde aparecían imágenes relacionadas con la muerte o la resurrección en el más allá.
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