Orientándonos en la naturaleza.
Para orientarnos o localizar un lugar se utilizan los puntos cardinales, que poseen una relación directa con el movimiento aparente del Sol en el cielo a lo largo del día, consecuencia del movimiento de rotación de la Tierra. Los puntos cardinales se sitúan siempre en cada uno de los cuatro lados del rectángulo o cuadrado que contiene un mapa:
Musgo de las rocas y de los árboles.
En el hemisferio sur el musgo crece por el lado que da al sur, por no estar expuesto a los rayos del sol. Por el contrario, en el hemisferio norte el musgo crece en el lado norte.
Iglesias.El altar mayor está orientado, por lo general, al este de forma que la línea formada por la puerta y el altar marca la dirección este-oeste.
La nieve. En las pendientes orientadas al sur, en el hemisferio norte, la nieve desaparece antes ya que está expuesta a los rayos del sol.
Los pájaros. En invierno los pájaros emigran hacia el sur.
Los hormigueros. Están orientados hacia el sur, así como la mayoría de las madrigueras.
Los tocones de los árboles. Los troncos cortados (tocones) suelen mostrar anillos más amplios hacia el sur, ya que han recibido más luz en esa dirección.
Orientación mediante la luna. Al igual que el sol, la luna sale por el este y se pone por el oeste, y en su proceso de rotación pasa por la fase de cuarto creciente que es entre el séptimo y el octavo día después de la luna nueva. En este tiempo se puede observar que los “cuernos“ están apuntando hacia el este y su horario de permanencia en el cielo es desde mediodía hasta la medianoche. La situación contraria, es decir, el cuarto menguante, se produce después de la luna llena; sus “cuernos” indican el poniente (oeste) y sale a medianoche para ocultarse durante la mañana.
Orientación por las estrellas. Es un sistema usado por el hombre desde los tiempos remotos. El hombre para identificarlas las agrupó y les dio nombres de animales o dioses. La Estrella Polar determina el norte geográfico.
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