Osiris

 



Los egipcios pensaban que el corazón era el órgano más importante, porque allí confluían todos los fluídos y se encontraba la sede del pensamiento

El dios de la muerte, Anubis, a la derecha, vigila la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris BRITISHMUSEUM.

Vida más allá de la muerte

Los antiguos egipcios creían en la vida después de la muerte. Pensaban que el alma del difunto viajaba al Más Allá en espera del cuerpo, por eso que había que conservarlo en buen estado mediante un complejo proceso de momificación , durante el cual el cuerpo sin vida era vaciado y limpiado. Tan sólo el corazón permanecería en su sitio.

Durante la momificación se extraía con enorme pulcritud el hígado, los pulmones, el estómago y los intestinos, que eran introducidos en los cuatro vasos canopos , en donde esperarían hasta que el difunto los necesitase nuevamente. Los vasos quedaban bajo la protección de cuatro dioses especiales, llamados «hijos de Horus».

¿Y qué pasaba con el cerebro? Simplemente era desechado ya que no cumpliría ninguna misión en el Más Allá.

El peso del corazón decidía el destino final

Según la tradición del Antiguo Egipto el final del viaje al más allá terminaba en un juicio en el cual el corazón era pesado en una balanza (psicostasis) . En uno de los platos de la balanza se colocaba el corazón, en el otro una pluma de avestruz, símbolo de la diosa Maat. Debía ser todo un espectáculo.

Si el corazón pesaba más que la pluma significaba que el muerto estaba lleno de culpas y no había actuado correctamente y, en consecuencia, debía ser devorado por Ammit, una bestia mitológica . Se trataba de una diosa con cabeza de cocodrilo, cuartos delanteros de león y cuartos traseros de hipopótamo.

En caso contrario, se entendía que el difunto había realizado una vida justa y estaba preparado para renacer en el más allá. A la derecha de la balanza se encontraría Thot, el dios de la sabiduría, representado con cabeza de ibis, que certificaría el resultado del pesaje transcribiéndolo en una tablilla.

El escarabajo del corazón

Previamente, y para garantizar el paso por el juicio de Osiris, sobre el cuerpo de la momia se colocaba un escarabajo , llamado escarabeo o escarabajo de corazón, que solía ser tallado en piedra verde. Este escarabajo llevaba grabado el capítulo 30 del «Libro de los Muertos», y su misión era asegurar que el corazón no testificase en contra del fallecido, delatando los pecados cometidos en vida.

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