25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

 



El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra anualmente el 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

La violencia de género es aquella que, “como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”, y “comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”




10 ejemplos de micromachismos en la vida cotidiana

Quizás podríamos decir que los “micromachismos” son situaciones que, en realidad, son machistas, sin atenuantes. 

Para que seas algo más consciente de ello, hemos elaborado una lista de ejemplos de micromachismos en la vida cotidiana, está en la mano de todos y todas detectarlos y frenarlos.

  1. Rosa para las niñas, azul para los niños

    Incluso podemos ir un poco más allá: camisetas para ellas con mensajes como “princesa” o “bonita” y para ellos con “héroe”, “campeón”, “aventuras”, “valiente”... Por suerte, algunas marcas han empezado a eliminar la categorización por sexos y venden, simplemente, ropa infantil.

  2. “Qué suerte, tu marido te ayuda en casa”

    No, el hombre no debe “ayudar” en casa: él, como otro habitante del hogar, es responsable de la mitad de las tareas, o, en su defecto, de las que se pacten entre los miembros de la pareja.

  3. En el restaurante, la cuenta es para él

    Es común que cuando se pide la cuenta en un restaurante se sobreentienda que quien paga es el hombre. En el ámbito de la restauración también es habitual encontrar que, ante la duda de quién ha pedido la cerveza y quién el refresco, la bebida alcohólica sea para él.

  4. La mujer invisible en el taller o el concesionario

    Quien dice taller o concesionario dice tienda de informática o banco. Cuando se trata de lugares estereotipadamente masculinos, la mujer se hace invisible y el personal se dirige siempre al hombre en las conversaciones, incluso cuando la mujer es la titular del vehículo o de la cuenta en cuestión.

  5. La madre y el “padrazo”

    Cuando los bebés llegan al hogar, es muy común, lamentablemente, escuchar decir que el padre es un “padrazo” porque cambia pañales, le da el biberón o le duerme. Para la mujer, parece ser algo natural e incluso obligatorio.

  6. Un hombre y una mujer no pueden ser amigos

    Sí, sí pueden. La sociedad debe empezar a hacer un trabajo importante en cuanto a dejar de romantizar constantemente la relación entre hombres y mujeres.

  7. Ser madre vs la carrera profesional  Esto empieza ya en la entrevista de trabajo: es muy común preguntar a las mujeres acerca de su decisión personal de ser madres y convertir su respuesta en un factor de decisión clave sobre su contratación. Una vez dentro de la empresa, es más probable que los puestos de dirección sean para los hombres y no para las mujeres.

  8. Ausencia del lenguaje inclusivo

    En la guardería, se escucha como “los niños” pueden salir a jugar. En el instituto, “los alumnos” han aprobado con buenas notas. En el trabajo, se generaliza hablando de “los profesionales”, “los funcionarios”, “los trabajadores”... Hablar de lenguaje inclusivo es hablar de “alumnado”, “equipo humano”, “personal”, “funcionariado”... para no generalizar en masculino e incluir a la mujer en el lenguaje. 

  9. “Corres como una niña”

    Desde el “corres como una niña” o “llorar es de nenas”: este tipo de estereotipos despreciativos hacen daño al género femenino pero también al masculino.

En esta lista de ejemplos de micromachismos en la vida cotidiana hemos mencionado situaciones comunes, pero, por desgracia, hay muchos más. ¡Seguro que se te ocurren muchos más! Solo entre todos y todas podemos acabar con el machismo, siendo un poco conscientes y advirtiendo a quien se les “escapa” algún que otro micromachismo. ¡Empieza hoy a ponerle freno para conseguir un futuro libre de estereotipos limitadores!



Quiéreme bien de Macaco. 

Pensamos en tres consejos de lo que sería querer bien a alguien. 






Caperucita decide salir del cuento porque, después de 300 años, se sigue repitiendo la misma historia: aparece un lobo en su camino con la intención de devorarla. Caperucita se planta con un ¡No es no! Sin embargo, hará falta cambiar algo más para que este espacio sea seguro y libre de violencias machistas.

La extrapolación del cuento con la realidad nos pareció muy evidente: ¿Cuáles son los peligros que pueden encontrarse las mujeres cuando vuelven solas a casa? Estos peligros pueden ser hombres socializados en un entorno machista, donde se ha normalizado el uso de la violencia (sexual, física o simbólica) como expresión de su poder sobre el cuerpo y las vidas de las mujeres.

El proyecto Cambia el Cuento se sumó en 2018, en el Día Internacional de las Mujeres, a las campañas de visibilidad #MeToo para denunciar la normalización de la violencia machista en los cuentos infantiles.

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